PARQUE CINEGETICO EXPERIMENTAL EL HOSQUILLO.

Cuando decidí pedir permiso para visitar este lugar, tenía mis reservas. Sigo teniendo sentimientos encontrados. La palabra cinegético no me gusta. No me gusta nada. Sin embargo, lo que me decidió fue la parte en la que se explica que en este parque se trabaja para intentar salvar especies protegidas como el oso pardo y el lobo. Está situado en el interior de una enorme torca asimétrica recorrida por el río Escabas y el Arroyo de las Truchas(que por cierto se ha secado). Las visitas están guiadas por monitores. Otra función de este parque es la de interpretación y educación ambiental. En este lugar se crían 6 especies de caza mayor de las que unas 50 son capturadas al año para repoblar espacios protegidos o cotos de caza(esta es la parte que no me gusta). También hay que destacar que es un lugar perfecto para las aves rapaces ya que muchas de ellas y algunas de esas de las que ya casi no quedan, tienen aquí sus nidos. Lo mismo que es un lugar perfecto para la protección de algunas maravillas de la flora, como el boj o el fresno. Impacta ver puertas en el monte, aunque por otro lado y por desgracia es la mejor forma de garantizar la conservación y el cuidado de estos animales que quizás en otro lugar estuvieran amenazados por la famosa mano del hombre. Por otro lado impacta también ver un museo repleto de animales disecados, aunque nos dejaron claro desde el principio que todos los animales que viéramos en el museo habían muerto de forma natural, algunos de ellos en el parque, otros atropellados, y los habían aprovechado para poder mostrarlos y enseñar que todos ellos son necesarios en esta cadena. Destacar la espeluznante colección de una familia de 5 linces ibéricos que algún sádico tenía expuestos en el salón de su casa y que la guardia civil terminó llevando a este lugar para que al menos su muerte no quedara en vano y sirviera para concienciar a los que no lo están de que no se repita semejante barbaridad o crimen , llámese como quiera, porque es penoso que aún queden monstruos que cacen al felino más amenazado del mundo y que además sólo existe y tenemos en España. Los lobos fue imposible verlos, tienen mucho terreno y se esconden tras la frondosidad de los árboles. Los osos los vimos, si, pero me dió mucha pena tener que ver a lo que tenemos que llegar para reaccionar. Nos salieron a saludar Sabina y su osezno. El papá, Musgo, ni apareció y además fue imposible verlo y la otra hembra, Silvia, también andaba perdida en la inmensidad del enorme terreno que tienen destinado para su disfrute. Se encuentran, como ya he dicho, en semilibertad. Toda la zona está cerrada por enormes montañas de forma natural, salvo la parte que se ve en la foto que es la única que tiene rejas. Tienen una zona enorme para ellos, se pierde la vista al fondo y además es una zona muy boscosa y montañosa. No los vi mal cuidados pero me desagrada enormemente tener que disfrutar de tanta belleza con una reja por medio. Es lamentable tener que terminar enrejando sus vidas para salvarlos de este modo de la extinción, de la muerte en manos de algún cazador morboso, del atropello o de la incomunicación a la que les hemos arrastrado al terminar con las enormes extensiones de terreno boscoso que antes teníamos en España y que hemos hecho desaparecer a base de espantosas construcciones y de incendios. Este es el principal problema de los osos y también de los linces. Se quedan incomunicados y no pueden reproducirse. Su habitat está atravesado ahora por carreteras y urbanizaciones. Definitivamente no lo estamos haciendo bien y por desgracia las consecuencias las están pagando estos preciosos animales que esperemos se puedan salvar de su desaparición definitiva.